Nuestro Enfoque y Objetivo como Iglesia
Tenemos una gran pasión de ser una iglesia
centrada en Dios,
saturada de la Biblia,
llena del Espíritu Santo,
y evangelísticamente activa.
Y nuestro principal objetivo es ser
una iglesia motivada y transformada
por la gloria de Dios
revelada en el Señor Jesucristo.
Exaltamos a Cristo y a Su obra de salvación como el tema central de
nuestra predicación,
nuestra comunión,
y de nuestro testimonio ante el mundo
de acuerdo con el ejemplo de la iglesia primitiva,
"Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento
de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo" (2 Corintios 4:6). AMEN!!!
centrada en Dios,
saturada de la Biblia,
llena del Espíritu Santo,
y evangelísticamente activa.
Y nuestro principal objetivo es ser
una iglesia motivada y transformada
por la gloria de Dios
revelada en el Señor Jesucristo.
Exaltamos a Cristo y a Su obra de salvación como el tema central de
nuestra predicación,
nuestra comunión,
y de nuestro testimonio ante el mundo
de acuerdo con el ejemplo de la iglesia primitiva,
"Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento
de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo" (2 Corintios 4:6). AMEN!!!
Nuestra Doctrina
Tomamos muy en serio la ensañanza de la Biblia porque es la Palabra de Dios.
Enseñamos la Biblia versiculo por versiculo la mayor parte del tiempo para que
sean las Escrituras mismas la que tengan la última palabra en nuestra iglesia.
En plena dependencia de la guianza y del ministerio del Espíritu Santo,
predicamos la palabra de Dios sin avergonzarnos de ella.
¿En que creemos?
En los siguientes párrafos usted podrá informarse de manera general
sobre lo que nosotros creemos como iglesia.
Dios
Creemos en un Dios, Creador de todas las cosas, santo, infinitamente perfecto y eternamente existente
en una unidad amorosa de tres personas igualmente divinas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Como ser Omnisciente y Todopoderoso, Dios ha tenido la bondad de redimir un pueblo para sí mismo
y para hacer nuevas todas las cosas para Su propia gloria.
La Biblia
Creemos que Dios ha hablado en las Escrituras, Antiguo y Nuevo Testamento, a través de las palabras de los autores humanos. Como la Palabra verbalmente inspirada de Dios, la Biblia es sin error en los escritos originales, la revelación completa de Su voluntad para la salvación, y la máxima autoridad en la que debemos fundar nuestra fe y prácticas. Por lo tanto, creemos en todo lo que enseña, obedecemos en todo lo que nos manda, y confiamos en todo lo que promete.
La Condición Humana
Creemos que Dios creó a Adán y Eva a Su imagen, pero pecaron cuando fueron tentados por Satanás.
En unión con Adán, los seres humanos son pecadores por naturaleza y por elección, alejados de Dios, y bajo Su ira. Sólo a través de la obra salvadora de Dios en Jesucristo podemos ser rescatados, reconciliados y renovados.
Jesucristo
Creemos que Jesucristo es Dios encarnado, totalmente Dios y totalmente hombre, una persona en dos naturalezas. Jesús es el Mesías prometido de Israel, fue concebido por obra del Espíritu Santo y nació de la virgen María.
Él vivió una vida sin pecado, fue crucificado bajo Poncio Pilato, resucitó corporalmente de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre como nuestro Sumo Sacerdote y Abogado.
En el tiempo designado por el Padre, regresara a la tierra para juzgar a los que no se han arrepentido,
para salvar a Su pueblo, y para establecer Su reino en la tierra.
La Obra de Cristo
Creemos que Jesucristo, como nuestro representante y sustituto, derramó Su sangre en la cruz como el sacrificio perfecto, todo-suficiente por nuestros pecados. Su muerte expiatoria y resurrección victoriosa constituyen la única base para la salvación de los pecadores. No se puede agregar nada a la obra terminada de Cristo.
El Espíritu Santo
Creemos que el Espíritu Santo, en todo lo que hace, glorifica al Señor Jesucristo.
Él convence al mundo de su culpabilidad, iluminandonos para entender nuestra necesidad de Cristo.
Él regenera los pecadores arrepentidos, y somos bautizados por el Espíritu al ser salvos por la fe.
También mora, ilumina, guía, equipa y faculta a los creyentes para la vida en Cristo y el servicio,
dando dones a los creyentes soberanamente y como El quiere.
La Salvacion
La fe y el arrepentimiento de parte del pecador y la regeneración obrada por el Espíritu Santo son indispensable para la salvación. El hombre recibe perdón de sus pecados cuando admite delante de Dios que es pecador y en un sentir de vergüenza da la espalda al pecado y confía en la obra de Dios como redención por sus pecados.
El aceptar esta gran salvación incluye creer en la muerte de Cristo en la cruz como el sustituto para el hombre
y el hecho de que Dios le resucitó de los muertos. Esta es una salvación por gracia solamente y no por obras.
Enseñamos la Biblia versiculo por versiculo la mayor parte del tiempo para que
sean las Escrituras mismas la que tengan la última palabra en nuestra iglesia.
En plena dependencia de la guianza y del ministerio del Espíritu Santo,
predicamos la palabra de Dios sin avergonzarnos de ella.
¿En que creemos?
En los siguientes párrafos usted podrá informarse de manera general
sobre lo que nosotros creemos como iglesia.
Dios
Creemos en un Dios, Creador de todas las cosas, santo, infinitamente perfecto y eternamente existente
en una unidad amorosa de tres personas igualmente divinas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Como ser Omnisciente y Todopoderoso, Dios ha tenido la bondad de redimir un pueblo para sí mismo
y para hacer nuevas todas las cosas para Su propia gloria.
La Biblia
Creemos que Dios ha hablado en las Escrituras, Antiguo y Nuevo Testamento, a través de las palabras de los autores humanos. Como la Palabra verbalmente inspirada de Dios, la Biblia es sin error en los escritos originales, la revelación completa de Su voluntad para la salvación, y la máxima autoridad en la que debemos fundar nuestra fe y prácticas. Por lo tanto, creemos en todo lo que enseña, obedecemos en todo lo que nos manda, y confiamos en todo lo que promete.
La Condición Humana
Creemos que Dios creó a Adán y Eva a Su imagen, pero pecaron cuando fueron tentados por Satanás.
En unión con Adán, los seres humanos son pecadores por naturaleza y por elección, alejados de Dios, y bajo Su ira. Sólo a través de la obra salvadora de Dios en Jesucristo podemos ser rescatados, reconciliados y renovados.
Jesucristo
Creemos que Jesucristo es Dios encarnado, totalmente Dios y totalmente hombre, una persona en dos naturalezas. Jesús es el Mesías prometido de Israel, fue concebido por obra del Espíritu Santo y nació de la virgen María.
Él vivió una vida sin pecado, fue crucificado bajo Poncio Pilato, resucitó corporalmente de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre como nuestro Sumo Sacerdote y Abogado.
En el tiempo designado por el Padre, regresara a la tierra para juzgar a los que no se han arrepentido,
para salvar a Su pueblo, y para establecer Su reino en la tierra.
La Obra de Cristo
Creemos que Jesucristo, como nuestro representante y sustituto, derramó Su sangre en la cruz como el sacrificio perfecto, todo-suficiente por nuestros pecados. Su muerte expiatoria y resurrección victoriosa constituyen la única base para la salvación de los pecadores. No se puede agregar nada a la obra terminada de Cristo.
El Espíritu Santo
Creemos que el Espíritu Santo, en todo lo que hace, glorifica al Señor Jesucristo.
Él convence al mundo de su culpabilidad, iluminandonos para entender nuestra necesidad de Cristo.
Él regenera los pecadores arrepentidos, y somos bautizados por el Espíritu al ser salvos por la fe.
También mora, ilumina, guía, equipa y faculta a los creyentes para la vida en Cristo y el servicio,
dando dones a los creyentes soberanamente y como El quiere.
La Salvacion
La fe y el arrepentimiento de parte del pecador y la regeneración obrada por el Espíritu Santo son indispensable para la salvación. El hombre recibe perdón de sus pecados cuando admite delante de Dios que es pecador y en un sentir de vergüenza da la espalda al pecado y confía en la obra de Dios como redención por sus pecados.
El aceptar esta gran salvación incluye creer en la muerte de Cristo en la cruz como el sustituto para el hombre
y el hecho de que Dios le resucitó de los muertos. Esta es una salvación por gracia solamente y no por obras.